El que la Iglesia Evangélica de Segovia se fundase oficialmente en 1974, no quiere decir que, durante la historia de la ciudad, no haya habido presencia evangélica en nuestra ciudad. Siendo estrictos y honrados, debemos aceptar, que antes de que Martín Lutero clavase su doctrina en la puerta de aquella Iglesia el 31 de octubre de 1517, ya hubo por lo menos una persona en nuestra patria que se identificó con la doctrina que podríamos llamar evangélica, este fue Pedro de Osma, que en torno a 1484, publicó en Segovia, en la Imprenta de Juan Parix, su base doctrinal. Este Pedro, natural de Osma (Soria), fue condenado a retractarse por la “Santa Inquisición”, y su obra quemada, pero nos ha quedado todo el proceso inquisitorial, que revela una teología evangélica. Este es buen antecedente para los evangélicos segovianos.
Siglos después, en 1836, llegó a Segovia el representante de la Sociedad Bíblica Británica, Jorge Borrow, estuvo en la provincia sólo un mes, pero dejó un cargamento de Nuevos Testamentos en castellano.
Hay que esperar a la Revolución de la Gloriosa para que en junio de 1870, coincidiendo con las fiestas de la ciudad, se abriese en plena Plaza Mayor un depósito de Biblias y literatura evangélica, un pastor protestante estuvo durante un mes predicando. A pesar de las presiones hubo locales abiertos, en 1893 y desde 1898 hasta 1914, algunas direcciones: Plaza de Colmenares, San Francisco 38, Muerte y Vida 13, calle de la Victoria 11, calle Escuderos, Calle Carretas 7 y algunos más que no han quedado registrados. El que fuesen de tan poca duración es debido a que en cuanto se detectaba presencia no Católica se les obligaba a abandonar el alquiler. Algunos nombres también han quedado registrados: Pablo Gómez, Petra Sotoca, Santiago Gutiérrez, y algunos más.
En la provincia también hubo presencia evangélica, la más destacada, durante la Segunda República, en la zona de Sepúlveda, el matrimonio formado por Gabriel Sánchez natural de la provincia de Palencia y Josefa Alonso natural de Navares de Enmedio (Segovia), estuvieron durante dos años y medio predicando el Evangelio por toda la zona, desde Riaza a Fuente el Olmo, desde Cantalejo a Segovia, casi en cada pueblo se escuchó, pero los que aceptaron la Palabra fueron pocos, unos pocos familiares de Josefa, pero de calidad pues algunos de ellos siguieron su ejemplo y han proclamado el Evangelio por toda la Geografía Nacional, aunque ellos dejaron Segovia con el inicio de la guerra. Gabriel murió en octubre de 1936, como consecuencia del famoso “paseo” que los falangistas le dieron en Navaluenga (Ávila).
Desde entonces y hasta 1963 no vuelve a tener Segovia presencia Evangélica, durante la siguiente década se hicieron esfuerzos por abrir una Iglesia, pero no es hasta 1973, tras una campaña de propaganda, no exenta de dificultades y oposición, que un grupo de personas se convierten, comienzan a reunirse y oficialmente se organizan como Iglesia en diciembre de 1974, primero en Avd. Obispo Quesada 20, luego en el 14 de la misma calle y por último en 1991 en el actual emplazamiento de C/ Tours nº 4.
En la actualidad existen otras Iglesias Evangélicas en la capital, y otra más en Cuéllar; esta última abierta por esta Entidad en 1981, hoy ya como Entidad independiente.