Base doctrinal


CREEMOS EN LA SAGRADAS ESCRITURAS que fueron dadas por Dios, inspiradas divinamente, infalibles, dignas de toda confianza, y nuestra autoridad en todo lo concerniente a nuestra fe y conducta. (2ª Tim 3:14-17).

CREEMOS EN UN DIOS vivo y verdadero, existente en tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo, quienes son iguales en naturaleza, poder y gloria. (Jn 16:5-15).

CREEMOS EN EL SEÑOR JESUCRISTO, Dios manifestado en carne, en su nacimiento virginal, su vida sin pecado, sus milagros divinos, su muerte redentora y vicaria, su resurrección corporal, su ascensión, su obra medianera y su segunda venida personal en poder y gloria. (Heb. 1:5-14).

CREEMOS EN EL ESPÍRITU SANTO quien mora en el creyente dándole el poder para llevar una vida santa como también para testificar y trabajar por el Señor Jesucristo. (Hechos 1:8).

CREEMOS EN LA DEPRAVACIÓN TOTAL DEL HOMBRE quien fue creado a imagen de Dios, pero por su caída en desobediencia queda condenado en muerte física y espiritual, separados de Dios. (Rom 3:10-23).

CREEMOS EN LA SALVACIÓN por la sangre derramada del Señor Jesucristo de los hombres perdidos y pecadores, salvación que se acepta por la fe, aparte de las obras, coincidiendo con la regeneración por el Espíritu Santo. (Efesios 2:1-10).

CREEMOS EN LA UNIDAD EN EL ESPÍRITU de todos los verdaderos creyentes, formando la Iglesia Apostólica Universal, el Cuerpo de Cristo, que existe parcialmente en comunidades o iglesias locales que practican las enseñanzas de Jesucristo y que son, por consiguiente, la parte visible de la Iglesia Universal. (Efesios 4:1-16).

CREEMOS EN LA RESURRECCIÓN corporal de los muertos y en la perdurable bienventuranza de los salvos y el eterno consciente castigo de los perdidos. (1ª Cor. 15: 20-24).

CREEMOS EN LA ESPERANZA BIENAVENTURADA de la pronta venida del Señor Jesucristo en las nubes para arrebatar a su pueblo y en su personal, visible, corporal, y premilenial venida para establecer en la tierra un reino en el cual El reinará con justicia y paz. (Hechos 11: 6-11).

CREEMOS EN UN SUMO SACERDOTE, Señor Soberano de la Iglesia que es Jesucristo, Cabeza y Fundamento único. (Hebreos 4: 14-5:10).

CREEMOS EN EL ÚNICO INFALIBLE VICARIO DE CRISTO, el Espíritu Santo, el cual mora en el corazón de todo verdadero cristiano para consolarle, enseñarle, guiarle y librarle del error. (Juan 14: 16,17,25,26, 15: 26,27).

CREEMOS EN LA VIRGEN MARÍA como madre ( y discípula) del Señor Jesús quien concibió a su primogénito Hijo Jesucristo por obra y gracia del Espíritu Santo y que ha dejado un ejemplo de piedad, humildad, fe y obediencia a Dios.( Pero la Biblia enseña enfáticamente que sólo Jesucristo es el único redentor). (Isaías 7:14, 1ª Tim. 2:5).

CREEMOS EN LA CONFESIÓN DIRECTA a Dios a través de Jesucristo, el único Mediador y Salvador de todos los hombres. (1ª Juan 1:9).

CREEMOS EN LAS BUENAS OBRAS como fruto (obediencia) de la fe y evidencia de que Cristo, por su gracia, nos ha salvado. (Efesios 2:10).


Conforme a ésta base doctrinal mantenemos la siguiente práctica religiosa.

  1. PRACTICAMOS EL CULTO sólo a Dios en espíritu y en verdad con la misma sencillez apostólica del primer siglo.
  2. PRACTICAMOS EL BAUTISMO POR INMERSIÓN, impartido solamente a creyentes, responsables y convertidos, como testimonio público de la fe, símbolo de la muerte al pecado y resurrección a una vida con Cristo, sello visible de lavamiento invisible de los pecados efectuados mediante la fe y por medio de la sangre de Jesús.
  3. PRACTICAMOS LA CELEBRACIÓN DE LA SANTA CENA en memoria de la muerte del Señor Jesucristo y en esperanza de la promesa de su segunda venida.
  4. PRACTICAMOS EL MINISTERIO DE LA ENSEÑANZA de la Palabra de Dios para edificación e instrucción de todos.
  5. PRACTICAMOS EL MINISTERIO DE LA EVANGELIZACIÓN con el ferviente anhelo de llevar el mensaje de salvación a todos los hombres y movidos por el amor a Dios, el amor al prójimo y la obediencia a Jesucristo.
  6. AMAMOS Y PRACTICAMOS LA LIBERTAD RELIGIOSA que es patrimonio divino. La coacción religiosa nos parece un grave pecado. Creemos que cada individuo es responsable ante Dios en su relación espiritual con El.
  7. PRACTICAMOS LA OBEDIENCIA A LAS LEYES de nuestra patria, siempre que no coarten nuestra fe y obediencia a Dios. Procuramos engrandecerla mediante la práctica de una moral elevada.



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